Comenzaré por decir que hay gente que tiene animales recogidos de la calle, o incluso adoptados en un refugio o perrera, para ellos todos mis reconocimientos y agradecimientos, porque no son ellos los que crean el problema del abandono, sino quienes lo resuelven.
Pero no puedo decir lo mismo de quienes compran animales, o de quienes teniendo una mascota no lo esterilizan permitiendo reproducirse incrementando el problema de animales que saturaran el mercado.
Empecemos por quienes compran. Tendría que decir que son poco inteligentes, porque si hay un bien o un servicio que te lo dan gratis y prefieres pagar por él es que no estas bien. Otra cosa es que ese bien tenga que tener unas características tan específicas que solo lo encuentres pagando. Si entras en una tienda de animales y rechazas el refugio o la perrera es porque eres racista, o sea, que quieres una raza específica, y por supuesto no te interesa salvar la vida de un perro condenado en la perrera.
Pero además eres un insolidario, porque estás fomentando el negocio de la cría de animales para la venta en tiendas. Criadores que explotan a las perras haciendo que se preñen varias veces al año hasta reventarlas para obtener ejemplares que vender en las tiendas. A más cachorros más dinero.
Cachorros que de no venderse en la tienda antes de que crezcan y para no saturar el mercado, con lo que bajaría su cotización, prefieren eliminarlos, como se hace con los excedentes de frutas y verduras.
Una vez creado el mercado de los animales, se crea toda una parafernalia de necesidades a su alrededor y un boyante comercio, que no interesa que se corte, para ello algunos interesados lanzan campañas de “No lo abandones”... perderíamos un cliente.
En cuanto a los que no esterilizan sus animales, todos dicen lo mismo: “No si yo ya controlo”. Hasta que un día cambian la frase por aquella de “Fue un despiste, un momento”. Pero lo cierto es que los animales no hacen más seguir el instinto de su especie, y reproducirse creándonos un serio problema.
Algunos creen que ellos serán capaces de colocar a todos los cachorros, pero cuando llega la hora de la verdad los tienen que meter en las casas de familiares y amigos con calzador, o darlos a desconocidos con no se sabe que intenciones. Muchos de estos que se colocaron por compromiso, pero no porque de verdad se asumiera todas las consecuencias de tener un animal, serán próximamente abandonados.
Pero aunque fuésemos capaces de colocar todos lo cachorros de todas las camadas de nuestras mascotas de nuestra vida, no dejaríamos de colaborar en la saturación del mercado del animal, y por tanto dejaríamos sin opciones de colocar a otros animales cuyos amos no se molestan tanto.
Es preciso comprender las leyes del mercado. A más oferta se satura el mercado bajan los precios, o dicho de otro modo, a más animales en circulación baja su cotización y aparecen los excedentes que son los que luego se abandonan y se sacrifican. Y viceversa a mayor demanda que oferta, sube la cotización y la gente está dispuesta a pagar más por el mismo bien. Lo que ocurre en países europeos donde no hay perros para la demanda y los importan de España.
Como animalista o defensor de los animales debemos potenciar la menor presencia de animales, y la tenencia responsable para aquellos que no están dispuestos a renunciar a tener compañía animal.
Tener un animal NO ES OBLIGATORIO, así que o lo tienes en condiciones y de por vida, u olvidate de tener.
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